MANIFIESTO EN SOLIDARIDAD CON LAS MUJERES DE AFGANISTN, DOS AOS DESPUS DE LA GUERRA ENTRE ESTADOS UNIDOS Y EL GOBIERNO TALIBN.
Se puede suscribrir este MANIFIESTO, tanto a ttulo individual como en representacin de una entidad enviando un e-mail
Este manifiesto ser leido pblicamente en el acto central en Madrid de la gira de Sahar Saba:
jueves da 4 de diciembre a las 7 y media de la tarde en el Cine Estudio del Crculo de Bellas Artes,
C/ Marqus de Casa Riera, semiesquina a la C/ de Alcal. Metro Sevilla o Banco de Espaa.
MANIFIESTO:
Mientras estamos conmemorando el XXV aniversario de la Constitucin Espaola y la recuperacin de nuestras libertades, en Afganistn las organizaciones de mujeres denuncian que la futura constitucin de su pas no reconoce que los hombres y las mujeres sean iguales ante la ley, no se considera delito la violacin de los derechos de las mujeres, no se ha estipulado que el trabajo infantil sea ilegal, no se contmpla ningn castigo para los criminales de guerra, los torturadores o los violadores, los poderes que se le reservan al presidente son mayores que los que tena el rey durante la monarqua y no habr un estado laico, puesto que el fundamentalismo religioso impregna todo el texto hasta el punto de denominar a Afganistn como Repblica Islmica.
El borrador de esta Constitucin ha sido redactado por una comisin que cuenta, igual que el gobierno ttere de la llamada Alianza del Norte , con el apoyo de la llamada comunidad internacional. Esto significa principalmente los Estados Unidos, pero tambin los dems paises que han desplegado tropas de ocupacin. Entre estas se encuentran las enviadas por el gobierno de Aznar.
La lucha de las mujeres afganas no se resume en un conflicto
contra el burka, aunque haya sido esto lo mas llamativo para los medios de comunicacin. Cabra recordar que en nombre de una interpretacin torcida del Islam a las mujeres afganas se les ha prohibido estudiar, trabajar fuera de casa (lo que en una pas con tal cantidad de viudas de guerra significa empujar a un enorme nmero de familias monoparentales a la mendicidad o a rebuscar alimentos en los estercoleros), practicar deporte e incluso salir de casa sin la compaa de un hombre de su familia. Pero adems los talibn prohibieron un sin fin de actividades de la vida cotidiana : el cine , la televisin, oir msica
(incluso en la propia casa), que los nios volasen cometas, que las mujeres llevasen zapatos de tacn (incluso debajo del burka) bajo la excusa de que incitaban a los hombres al pecado. Una vez prohibidos los espectculos deportivos, los estadios se convirtieron en cadalsos pblicos en los que a los ladrones se les cortaba la mano, a las adulteras se las lapidaba y a los dems "delincuentes" polticos y comunes (entre los que estaban los homosexuales) se les inflingan castigos ejemplares que iban desde la pblica flagelacin a la ejecucin sumaria.
Afganistn, como tantos otros conflictos, ha quedado olvidado despus del bombardeo e invasin del pas como represalia por la supuesta responsabilidad del gobierno talibn en el atentado contra las torres gemelas de Nueva York. Lo cierto es que despus del rosario de guerras que se han sucedido desde la invasin sovitica de 1979, la situacin (sobre todo la de las mujeres) ha mejorado poco o nada. Los derechos y libertades brillan por su ausencia. Los seores de la guerra y gran parte de los talibn siguen armados y campan a sus anchas. Los criminales de guerra nos sern castigados porque no lo contempla la agenda de la comisin constitucional ni la de la Loya Lirga (asamblea tradicional afgana que hace las veces de poder legislativo). Millones de ciudadanos y ciudadanas de Afganistn an viven en campos de refugiados y refugiadas en condiciones precarias, y el gobierno de Paquistn ha puesto fecha para que las y los desplazados vuelvan a su pas.
Desde el ao 1977 una asociacin poltico-social lucha en Afganistn por los derechos de las mujeres: la Asociacin Revolucionaria de las Mujeres de Afganistn (RAWA). Desde una posicin laica, y en defensa de la paz, la libertad, la democracia, los derechos humanos y la independencia de su pas frente a las potencias extranjeras, RAWA ha desarrollado actividades de denuncia, de ayuda de emergencia, y de cooperacin al desarrollo en Afganistn y en los campos de desplazados en Paquistn.
Quienes firmamos este manifiesto queremos saludar la presencia en el Estado Espaol de Sahar Saba, representante de RAWA y mostrar toda nuestra solidaridad con la lucha de las mujeres afganas.
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