Detenido Sadam,
en el banquillo quedarn sitios a la espera
Ahmed Hijazy (mundo rabe web /comit rabe contra la difamacin)
En el banquillo quedarn otros sitios vacos, uno no puede ser juez y parte. Los crmenes de la dictadura de Sadam Husein los conocimos ms que nadie, los denunciamos mientras muchos preferan callarse y colaborar con el gobierno de Sadam. Tambin conocemos los crmenes de sus captores, sabemos que la tragedia iraqu es la responsabilidad de los invasores y su ex agente, Sadam. La guerra contra Irak asesin casi al mismo nmero de personas que fueron asesinados durante veinticuatro aos de dictadura. En las crceles de la dictadura haba casi el mismo nmero de presos que hoy da estn detenidos ilegalmente por los invasores. Por todo esto decimos que en el banquillo quedarn sitios vacos a la espera.
Slo el pueblo iraqu y un gobierno soberano tienen derecho a juzgar al dictador. Sin el fin de la ocupacin y la recuperacin de la soberana nadie tendr derecho ni legitimidad para juzgar a nadie. En un pas lleno de invasores, espas y empresarios llegados de todas partes, las garanta jurdicas no existen todava. Los invasores que tambin destruyeron, asesinaron y siguen deteniendo a miles de iraques no pueden ser juez y parte. Son criminales que no pueden ser excluidos del juicio.
El problema ahora no es Sadam Husein, sino la ocupacin militar ilegal e ilegtima del pas. Estamos escuchando a los que todava no condenan la dictadura de Francisco Franco felicitarse por la captura de su parecido en Irak y, sin vergenza, estn hablando de paz y democracia como si de verdad les preocuparan stas. Escuchamos a Bush contento con la detencin del dictador, vacilando sobre paz, democracia y derechos humanos como si no fueran l y su padre los responsables de la muerte de decenas de miles de iraques entre 1990 y 2003.
El da que cay Bagdad dijimos que la fiesta no sera larga, lo decamos pensando en el pueblo iraqu que no acept la dictadura de la misma forma que empez a rechazar a los invasores. Y hoy tambin creemos importante decir que la detencin del dictador por sus ex patronos no significar que los iraques les dejen en paz hasta que no finalice la ocupacin.
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