El Foro Social Europeo, reunido en Francia hizo un llamamiento a la movilizacin en solidaridad con los pueblos de Iraq, Chechenia y Palestina para el 20 de marzo de 2004.
Extracto del Comunicado final del Foro Social Europeo 2003
St. Denis. (Francia) 16 de noviembre de 2003. El texto completo, haciendo "click" aqu (castellano et Franais).
"Lanzamos un llamamiento a los pueblos de Europa para que se movilicen contra el neoliberalismo y la guerra. Luchamos por la retirada de Irak de las tropas de ocupacin y la restitucin inmediata de su soberana al pueblo iraqu. Luchamos por la retirada de Israel de los Territorios Ocupados y porque se detenga la construccin del muro y sea destruido. Apoyamos a los movimientos israeles y palestinos que combaten por una paz justa y duradera. Luchamos por la retirada de las tropas de ocupacin rusas de Chechenia. Por todo ello, nos unimos al llamamiento internacional lanzado en los Estados Unidos por el movimiento anti - guerra y llamamos a una jornada de accin el prximo 20 de marzo."
borrador de MANIFIESTO para la convocatoria del 20 de Marzo. Este borrador ser discutido por las organizaciones que convocan la manifestacin en Madrid.
(20 de marzo de 2004 a las 18 HORAS : PASEO DEL PRADO--Cibeles-Sol)
Propuesta de MANIFIESTO:
En Iraq, en Palestina y en Chechenia, como en otros muchos escenarios, se retrata la condicin miserable de un planeta marcado por la ley del ms fuerte, la explotacin ms salvaje y la codicia ms desmedida. En Iraq hace exactamente un ao que cobr cuerpo, luego de un embargo macabro, una ocupacin colonial a la vieja usanza. Palestina ha vivido durante medio siglo el criminal acoso sobre un pueblo que bien puede ser vctima de una nueva y masiva expulsin a partir de la construccin del que ya se conoce como muro de la vergenza. En Chechenia, en fin, se despliega desde un decenio atrs una poltica de exterminio por parte de Mosc que disfruta del beneplcito connivente de das las potencias occidentales.
No es difcil identificar un puado de hechos que estn por detrs de lo que ocurre en esos tres lugares. El Oriente Prximo y las regiones aledaas configuran hoy un escenario privilegiado para un intervencionismo que ha marginado , por aadidura, al sistema de Naciones Unidas. Se trata, por un lado, de afianzar el dominio sobre un espacio de especial importancia geoestratgica que permita mantener a raya a eventuales competidores y, por el otro, de controlar materias primas energticas como las que atesoran el golfo Prsico y la cuenca del Caspio.
Por detrs se aprecia el aliento de una globalizacin capitalista que recuerda poderosamente al imperialismo ms rastrero. En esas prcticas coinciden a menudo, por cierto, los Estados Unidos y una Unin Europea cuyo compromiso con la causa de la justicia, la paz y la solidaridad se antoja muy precario en estas horas.
Pero por detrs se halla tambin un espasmo militarista que hoy se asienta en una formidable aagaza, como es la que sugiere que los Estados Unidos luchan contra eso que ha dado en llamarse terrorismo internacional. Washington lo est haciendo con el concurso de una formidable maquinaria militar como la que se revela en Iraq y en el olvidado Afganistn. En este terreno, el crecimiento espectacular registrado, en todo el planeta, por el gasto militar-represivo es tan reprobable como la restriccin en los derechos y en las libertades que lo acompaa. Esa restriccin no es privativa de los Estados Unidos: alcanza tambin a nuestra aparentemente civilizada Unin Europea, escenario de despliegue de ambiciosos proyectos represivos, de tramadas medidas de demonizacin de los movimientos sociales y de leyes que conculcan derechos bsicos de los inmigrantes que llegan a nuestras costas.
Entre nuestros gobernantes se ha afianzado un dramtico doble rasero. Esa doble moral ha hecho que comnmente se olvide algo tan evidente como que en Iraq, en Palestina y en Chechenia operan tres afiladas maquinarias de terror en la forma de los ejrcitos de los Estados Unidos, del Estado de Israel y de Rusia. Ms all de las dispares, y legtimas, opiniones que puedan suscitar los movimientos de resistencia, estamos obligados a reconocer el derecho a la autodefensa que corresponde a los pueblos afectados.
Obligado es concluir, en fin, que nuestros gobernantes participan, y activamente, de toda esta miseria con la franca sumisin que el presidente Aznar ha demostrado con los Estados Unidos. No hay seales ms rotundas de la sumisin mencionada que las que aportan la ocupacin colonial, por tropas espaolas, de un pedazo del territorio iraqu y la presencia, entre nosotros, de dos bases militares --Rota y Morn-- vitales en la estrategia de agresin que despliega la Casa Blanca.
Sobran las razones para reclamar el final de la ocupacin y del exterminio en Iraq, en Chechenia y en Palestina.
- Soberana y autodeterminacin para los pueblos de Iraq, Chechenia y Palestina.
- Fin de la ocupacin .
- Retirada de las tropas espaolas de Iraq.
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